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En la sentencia del caso Banesto se hace referencia a una sociedad llamada Palmarola SL. Por su curiosidad se transcriben los párrafos que mencionan la empresa.


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Sentencia 867/2002 del Tribunal Supremo “Sala de lo Penal” 29.07.2002

Resulta acreditado también, con base en el referido informe, que el 16 de marzo de 1994, Montilsa transfirió a Liechtenstein, por medio del Banco de Comercio, la cantidad de 401.045.598 pts. (informe de la Agencia Tributaria citado, pg. 31). Del mismo informe resulta que Arturo Romaní constituyó el 26 de septiembre de 1994 las sociedades PALMAROLA S.L., y LERCARA S.L., apareciendo como titulares meramente formales María Jesús Sánchez Pérez y Rosa María Carreño Briz, al 50% cada una, empleadas de Romaní.

Esas sociedades se domiciliaron en la C/ Conde Aranda n. 14 de Madrid, siendo designada administradora única, una vez más, Elena García Baquedano. Las citadas Rosa Mª. Carreño y Mª. Jesús Sánchez adquirieron el capital de la sociedad Informática de Decisión, Estudios y Aplicaciones, S.L. (I.D.E.A.).

Quedó acreditado por el informe de la Agencia Tributaria de abril de 1998 que la sociedad Skipper Enterprises, controlada por Veliades Holding. Skipper, invirtió 100.000.000 pesetas en Palmarola, otros 100.000.000 en Lercara y 150.000.000 pesetas en I.D.E.A. La vinculación de esta entrada de dinero con la salida de fondos desde Montilsa se ha puesto de manifiesto; no sólo por la proximidad temporal, sino por la probada comunidad de intereses y el dominio de Arturo Romaní sobre Montilsa y las sociedades citadas. Incluso tras la entrada en el capital de la sociedad holandesa, las instrucciones sobre su gestión eran dadas por Arturo Romaní. Arturo Romaní negó la pertenencia suya de Palmarola, refiriendo ser un cliente del despacho (págs. 2205 y ss. del acta del juicio). Sin embargo, Rosa María Carreño refirió que prestó su nombre para la adquisición de esas sociedades a petición del despacho de Arturo Romaní y que ignoraba todo lo concerniente a su actividad (págs. 5421 y ss. del acta) ; Elena García Baquedano declaró que las instrucciones sobre Palmarola las recibía de Arturo Romaní (folio 5.756 del acta). Maria Jesús Sánchez declaró no obstante ser fiduciaria de Jaime Cedeño, sin dar explicación alguna sobre este extremo (pgs. 6348 y ss).