Ubicación

Situado en un pequeño monte a 1095 m de altitud, el castillo de Palmerola (Ripollés, Cataluña) es visible desde la carretera de Ripoll a Borredà. Inicialmente se trataba de una casa dependiente de la baronía de Portella a cargo de unos castellanos [1] llamados Palmerola. En 1437 fue reedificado y el 1465 adquirió una cierta autonomía en ser infeudado por Galcerà de Pinós, señor de la Portella, al ajenjo Joan de Palmerola. En 1767 fue concedido el título de marqués de Palmerola a F. X. Despujol. El castillo ha sido reedificado en un estilo de castillo medieval con una torre almenada.

Desde el año 1979 le ha sido incoado expediente de declaración de monumento histórico-artístico.

Vista de la torre del castillo

De visita al castillo

29 de abril de 2007

Anteriormente pertenecía al Marqués de Callús que lo vendió a un particular de Manlleu juntamente con la extensión de terreno que lo rodea. Este particular ha alquilado el castillo a un grupo de jóvenes que lo tienen como centro de reinserción de drogodependientes y ex-presos. Es un lugar muy tranquilo y no es de fácil acceso.

Cuando se entra al castillo encontramos un rótulo del Departamento de Trabajo de la Generalitat de Cataluña que lo identifica como Centro colaborador donde se imparten cursos de Formación Ocupacional. La realidad es que en este lugar quien lo desea puede hacer trabajos para empresas como, por ejemplo, Casals que ha cedido la manipulación de placas de chips para pulidoras y taladros. Parece que hay otras dos empresas que tienen acuerdos de colaboración.

Un búho preside la entrada al comedor

Son gente muy atenta que se han volcado para contarnos lo que hacen. Cuando hemos llegado un chico nos ha dicho que si queríamos, él iba a avisar a un compañero que nos haría de guía por el recinto. El muchacho que nos ha hecho de guía es natural de Ribes de Freser y lleva 3 años en esta tarea. Pere Serra es el jefe del grupo y ya hace unos 20 años que se dedica a ello. Parece que no reciben subvenciones de ningún tipo y subsisten de los ingresos de la gente que va para reinsertarse y de los trabajos del campo o ganaderos.

Los alojados pagan alrededor de los 550€, lejos de los 1200€ que parece que puede costar una estancia en otros centros similares. Ahora son unas 20 las personas que tratan de superar su problema o enfermedad en el castillo aunque habían llegado a ser unas 60. Las tareas de la casa se las distribuyen de forma rotativa.

Detalle de uno de los escudos del castillo

El castillo no está en buen estado de conservación. Hay zonas con cierto peligro y es por ello que ya han llegado a un acuerdo con el propietario para trasladarse a alguna de las otras casas que se encuentran en las tierras de su propiedad . Cuando vas llegando al castillo la imagen es bastante desoladora ya que ves lo que parecen unos lavaderos, adosados a otro antiguo, que no encajan con el entorno, abandonados con lavadoras volcadas y los azulejos de las paredes caídas. Más adelante encuentras bien apilado electrodomésticos y escombros diversos así como muchos somieres. Esta primera visión hace que te caiga el alma al suelo pero cuando ves el trabajo que se realiza te hace sentir un poco más de complicidad con la gente del lugar.

Una vista de conjunto

[1] castellano   En la Edad Media se denominaba así a quien tenía el gobierno y la jurisdicción de un castillo y de una porción de los bienes anexos o castellanía en posesión inmediata aunque sin ningún derecho sobre el dominio útil, en nombre del señor que le había confiado.